Son muchos los consejos para evitar estafas durante los viajes. Por eso hay que tomar ciertas precauciones y adoptar las mínimas pautas de conducta que eviten que los fraudes arruinen las vacaciones y se convierta en una pesadilla.
Aquí se encuentra una lista de algunos de los timos turísticos más comunes en todo el mundo.
Taxis en aeropuertos
Largos vuelos, destinos diferentes. A veces uno pierde la orientación al llegar a la terminal aérea y se coge el primer taxi que se presenta. Un grave error. Muchos “taxistas” saben perfectamente en qué momento encontrarán a los turistas despistados.
Este tipo de taxistas fraudulentos conducen a los turistas a ciertas rutas fuera del destino pactado con el objetivo de aumentar el costo del transporte en el caso de los taxis que cuentan con el taxímetro. Lo recomendable es embarcarse en empresas de taxis cuyas oficinas se encuentren en los aeropuertos.
Carteristas audaces
Las técnicas de los carteristas para robar las billeteras o carteras de los turistas son variados. Desde el popular “anillo caído”, en la que alguien pasa la voz para que se recoja un anillo del piso lo que es aprovechado por el malhechor hasta situaciones más obvias como estar en un autobús abarrotado y una mochila a la espalda que es el perfecto cebo para el carterista.
Igualmente es conocido que alguien derrame “accidentalmente” algún producto sobre la ropa donde aquella amable persona se disculpará intentando limpiarlo, pero durante tal acto desaparecerán los objetos de valor de bolsos y bolsillos.
Ofertas tentadoras
Otra de las situaciones a tener en cuenta para evitar estafas durante los viajes es que taxistas o vendedores callejeros seduzcan a los visitantes con las mejores ofertas en tiendas donde ellos cobrarán una comisión.
Serán ofertas irresistibles de rechazar, pero se debe tener mucho cuidado, porque pueden venderse productos falsos, sin valor o malogrados. Artefactos electrónicos, joyas y vestimenta son los grandes candidatos que son utilizados en las estafas.
Juego de las calles
Hay que tener mucho cuidado con los típicos juegos de la calle, como de la “bolita” o casinos, donde mayormente hay varios compinches que vienen “ganando” dinero con el acierto del lugar dónde se halla la bolita dentro de un vaso, o la figura de un casino.
Mayormente estos estafadores tienen muchos trucos para que nadie gane por lo que es dinero arrojado al tacho de basura.
Hoteles recomendados
Hay que tener cuidado con los taxistas que están “enganchados” a ciertos hoteles. Son los típicos sujetos que aseguran que conocen buenos alojamientos y que tratan por todos los medios de llevar a los turistas a aquellos hoteles fuera de ruta.
Obviamente, no hay que creerles. Muchos taxistas trabajan para hoteles que les ofrecen comisiones por cada turista que llevan.
Precios caros
El turista atento debe percatarse que las zonas más caras son los que se encuentran en el centro de las ciudades. Si en el downtown de Barcelona, por ejemplo, una jarra de sangría para 4 personas cuesta 15 euros , en un supermercado que se encuentra a 5 minutos en auto cuesta 2 euros.
Y es que los restaurantes y bares agolpados en lugares turísticos y colmados de extranjeros no son los mejores indicadores de calidad y precio. Lo recomendable es dirigirse en aquellos lugares ubicados en zonas más “comunes” a la que pueda llegar con solo preguntar a los locales o en la recepción del hotel.
Guías turísticos
En las ciudades que cuentan con populares lugares turísticos será común encontrar a muchos guías turísticos que acechan prácticamente a los desprevenidos turistas con el “cuento” que es obligatorio ingresar a un lugar con un guía turístico. Nada más lejos de la realidad.
Si se desea contar con sus servicios, lo recomendable es contratarlo por Internet o al menos consultar a las agencias de viajes oficiales.
Controles de documentos fraudulentos
En muchos países es obligatorio llevar consigo algún tipo de documento para la identificación en donde aparezca una fotografía.
Y si los turistas olvidan tal documentación en el hotel, los policías ( o disfrazados como tales) saben que tienen la atribución de parar a los turistas en la calle y multarlos si no tienen sus documentos. Esto es raro en Europa pero muy habitual en Latinoamérica y Asia.
También un lugar común donde ocurre esta situación fraudulenta es la frontera. Allí los policías u oficiales solicitan dinero para dejar ingresar al viajero. Siempre que el turista tenga la visa y el pasaporte al día, no se debe pagar ni un centavo para ingresar a un país.
Cambio de divisas
A pesar de la existencia de cajeros automáticos en todas partes y donde las tarjetas de crédito son populares, aún existen muchos viajeros que cambian dinero en la calles, a los denominados cambistas.
Y esto puede ser perjudicial para el turista que cambia una cantidad considerable de dinero ya que el cambista callejero puede “cambiar” los billetes por antiguos y sin valor, o incluso colocar dinero falso y hasta papeles dentro del fajo de billetes.
Bares y tentaciones
Este es un lugar donde la estafa afecta principalmente a los turistas masculinos quienes entran en confianza con mujeres agraciadas quienes los persuaden a consumir licor para luego “desaparecer”, entre otros favores.
Locales cerrados
Una de las situaciones comunes de estafa, sobre todo con los guías turísticos, taxistas o la policía turística falsa, es cuando el visitante pide información sobre algún hotel, restaurante, museo, etc, pero aseguran que se encuentra cerrado pero que conocen mejores lugares para las visitas.
Obviamente estos timadores sacaran comisión del lugar que ofrecen, y por lo general serán lugares de pésimos servicios si se trata de hoteles.
Alquiler de motos y bicicletas
Otra de las estafas comunes se relaciona con el alquiler de motos con el popular “autorobo”. El turista alquila una moto y la empresa de alquiler entrega la llave, pero ellos tienen una copia.
Entonces, se sabe de casos que la misma empresa que alquilo la moto termina “robándolo” por lo que exige al turista pague por la pérdida.
En el caso de las bicicletas se recomienda chequearla bien antes de llevársela del lugar donde la alquilaron porque se puede caer en la estafa que la bicicleta estaba rota o descompuesta para que luego no exigen el pago de los desperfectos.
En tu caso, ¿has pasado por alguna de estas lamentables situaciones de estafa? ¿tienes alguna otra que agregar a la lista?
Vía: lifehack