Cuando vamos a realizar un trekking de varios días consecutivos, uno de los aspectos esenciales es la alimentación. No solo debemos asegurarnos la nutrición requerida para el sobreesfuerzo a realizar, sino que también es importante que nuestra comida ocupe poco, no pese demasiado y se conserve bien.

Alimentos recomendables para trekking
¿Qué alimentos debemos llevar a una aventura prolongada de excursionismo en la montaña? Existen una serie de posibilidades especialmente recomendables que deberíamos conocer. Nombramos algunas de ellas:
- Frutos secos. Compensan nuestro desgaste físico gracias a sus proteínas, minerales y suculentos nutrientes. Además, son apetitosos, variados y fáciles de llevar.
- Productos deshidratados o liofilizados. Son tan prácticos como ligeros. En las tiendas especializadas existen packs variados con múltiples alternativas a nuestra disposición.
- Embutidos. Nos aportan muchísima energía y se transportan bien. El jamón envasado al vacío y el salami o el fuet en piezas pequeñas son muy buenas opciones.
- Barritas energéticas. Su efecto es muy rápido y podemos ingerirlas sin detener nuestra actividad. Son excelentes reconstituyentes.
- Conservas enlatadas. Constituyen un buen complemento, pero no debemos abusar de ellas porque pesan y generan residuos.
- Especias. Vienen muy bien para variar el sabor de los alimentos, pues lo normal es repetir comidas con frecuencia.
- Comidas instantáneas. Podemos elegirlas con arroz, cereales, verduras y proteínas para recuperar energías en los momentos principales del día.
- Chocolate. Es fundamental por su aporte de energía y calorías, muchas de las cuales perderemos en la montaña.
- Copos o harina de avena. Su aporte de hidratos de carbono es genial durante el desayuno, especialmente cuando los combinamos con leche.
- Orejones, higos secos y dátiles.
- Sopas de sobres.
- Arroz blanco y pasta, preparados por separado y sin condimentos.
- Agua. Aquí no podemos fallar. Además, es una buena decisión llevar un filtro con el que conseguiremos agua adicional para consumir. De este modo, cargaremos menos peso en la mochila.
Algunos consejos para su conservación
No solo debemos estar seguros de contar con los alimentos idóneos, también es fundamental asegurarnos de que estos permanecerán en perfecto estado durante toda la aventura.
En este sentido, hemos de llevar bolsas ziplock y un contenedor con cierre hermético. Asimismo, en las épocas más frías es imprescindible que dispongamos de un termo que nos permita llevar líquidos calientes. Las condiciones atmosféricas adversas, a menudo, se combaten mejor desde el interior del cuerpo que con la mera acumulación de prendas de abrigo.
Por otra parte, merece la pena portar mochilas y contenedores que conserven la temperatura de los alimentos, con el fin de mantenerlos en mejor estado durante más tiempo.
Planificar perfectamente la alimentación durante un trekking de larga duración es tan importante como diseñar el itinerario idóneo. Debemos combinar la nutrición, la ligereza y la funcionalidad para tener siempre la energía necesaria.